La mayoría de las personas (aproximadamente 6 de cada 10) que contraen fiebre del Valle no tienen síntomas, y el cuerpo combate la enfermedad naturalmente.
Las personas que sí se enferman pueden tener síntomas respiratorios o neumonía, porque el hongo de la fiebre del Valle suele afectar los pulmones. Los síntomas más comunes, que pueden desarrollarse entre 1 y 3 semanas después de inhalar el hongo, incluyen: agotamiento (cansancio), tos, dificultad para respirar, fiebre, sudoración nocturna, dolor muscular o en las articulaciones, dolor en el pecho, pérdida de peso, dolor de cabeza, y sarpullido.