Con el inicio del año escolar 2021-22, muchos padres de familia se preguntan acerca de la seguridad de sus hijos a medida que escuchan más y más sobre la variante Delta del COVID-19. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y los funcionarios de salud de California han estado dando seguimiento cuidadosamente a la variante Delta, vigilando para garantizar la seguridad y la salud de nuestros estudiantes y escuelas. Hasta ahora, sabemos que la variante Delta es aproximadamente dos veces más contagiosa que el virus original. Pero, al igual que otras variantes del COVID-19, los niños aún tienen menos probabilidades de infectarse con la variante Delta, incluyendo los niños más pequeños que no pueden ser vacunados aún.
Hay una gran preocupación sobre la variante Delta, pero las vacunas ayudan
Con la propagación de la variante Delta, es comprensible que surjan nuevas preocupaciones. Además de ser más contagiosa, algunas personas que ya han sido vacunadas también pueden contraer la variante Delta, lo que se denomina infección irruptiva. Sin embargo, las personas vacunadas no experimentan síntomas del COVID-19, o bien, son leves o mucho menos graves. Son muy poco propensas a ser hospitalizadas o de enfermarse gravemente en comparación con aquellas personas que no han sido vacunadas todavía, ya que la vacuna ayuda a preparar sus organismos para combatir la infección. Más del 97% de los pacientes hospitalizados son adultos que aún no se han vacunado.
Las personas vacunadas también pueden transmitir la variante Delta, aunque mucho menos que las personas no vacunadas, e incluso con menos frecuencia cuando existen medidas de seguridad como el uso de mascarillas. Esto significa que el uso de la mascarilla sigue siendo importante para que todos se protejan a sí mismos y a los demás.
Contamos con herramientas para apoyar las escuelas seguras
Las escuelas están preparadas para el regreso seguro de los estudiantes al aprendizaje en persona. California está empleando lo que hemos aprendido acerca del COVID-19 durante el último año y medio sobre cómo crear escuelas seguras donde los niños puedan aprender y crecer. Esto incluye vacunas, mascarillas, pruebas de COVID-19, flujo de aire limpio en interiores, lavarse las manos y quedarse en casa cuando estén enfermos. Las escuelas cuentan con pruebas gratis de COVID-19 para evitar que los contagios se propaguen en los campus escolares, especialmente en comunidades donde el número de casos podría ser mayor. Estas herramientas proporcionan las medidas de seguridad clave en las escuelas, incluso para aquellas con casos de Delta en la comunidad.
Tú eres la primera línea de defensa
Hay evidencia de que los niños tienen mayores probabilidades de contraer COVID-19 por un adulto en casa que por asistir a la escuela. Eso significa que vacunarse es una de las mejores formas en que los padres de familia pueden proteger a sus hijos. Estar completamente vacunado también es la mejor manera de protegerse del COVID-19 y reducir su propagación.
Estamos todos juntos en esto
El COVID-19 no es únicamente un problema escolar. También es un problema de la comunidad y todos debemos hacer nuestra parte para mantenernos seguros los unos a los otros. Vacúnate para protegerte y proteger a tu hijo. Habla con tu hijo sobre la importancia de usar una mascarilla y lavarse las manos. Mantente y mantén informados a tus hijos con información basada en hechos comprobados.
Mantente en contacto con la escuela de tu hijo. Habla con ellos acerca de su plan de seguridad contra el COVID-19, pregúntales sobre la ventilación y de cómo planean manejar los casos positivos, y averigua sobre los recursos disponibles para hacer pruebas de COVID-19. Todos tenemos un papel que desempeñar mientras trabajamos en mantener la seguridad de nuestros estudiantes y escuelas. Cuando tomamos en cuenta la evidencia científica detrás de la variante Delta y las medidas de seguridad que las escuelas están tomando contra el COVID-19, las escuelas pueden permanecer abiertas de manera segura.